
SALUD Y BIENESTAR EN LOS EDIFICIOS

El Impacto del Entorno Construido en Nuestro Bienestar
Los lugares que habitamos para vivir o trabajar son donde dedicamos más del noventa por ciento de nuestro tiempo. Estos espacios tienen un impacto directo en nuestro bienestar, y en esto radica la importancia de las edificaciones.
Desde el crecimiento demográfico experimentado durante la Revolución Industrial, surgió una preocupación por la vivienda en las ciudades y las repercusiones en la salud debido a la aglomeración. En los años 80 del siglo XXI, comenzamos a observar un enfoque en el diseño y el urbanismo centrados en el bienestar y la salud emocional. En este contexto, emergen ideas sobre usos mixtos, conexiones inteligentes y la reducción de los tiempos de traslado, así como las primeras propuestas para disminuir las emisiones de contaminantes. En los años 90 se inició el concepto de domótica y la automatización de espacios, además de surgir las certificaciones enfocadas en la edificación sostenible.
Hasta principios del año 2000, se empezó a notar una sub-tendencia dentro de la macrotendencia global del bienestar, la cual se relaciona con los desarrollos inmobiliarios. Surgen preguntas sobre cómo el espacio y el lugar donde vivimos afectan nuestra salud, lo que promueve el diseño de espacios que incentiven conductas que mejoren la calidad de vida a través del entorno construido
WELLL y el bienestar en las edificaciones
En la actualidad, la tendencia hacia el bienestar en las edificaciones se ha consolidado con la implementación de certificaciones como WELL Building Standard, que integran criterios de salud y bienestar en el diseño y operación de los edificios.
WELL es la primera certificación en el mundo enfocada al cien por ciento en cómo los edificios afectan nuestra salud y bienestar, y cuenta con una base de investigación científica que respalda sus fundamentos.
Esta certificación no solo busca mejorar la calidad de vida de los ocupantes, sino también fomentar prácticas sostenibles y responsables en la construcción. La creciente conciencia sobre la importancia de los espacios saludables ha impulsado a arquitectos, urbanistas y desarrolladores a crear entornos que promuevan el bienestar físico, mental y emocional, asegurando que los lugares donde vivimos y trabajamos contribuyan positivamente a nuestra salud mental, física y emocional.
Categorías de la certificación WELL
La nueva versión de la certificación WELL incluye diez categorías generales y una categoría de innovación, las cuales se describen brevemente a continuación:
Aire: Promueve la calidad del aire interior en los espacios, buscando reducir las fuentes de contaminación que ingresan y están presentes en el interior.
Agua: Se enfoca en garantizar la calidad del agua que se suministra al edificio, promoviendo que cumpla con los niveles máximos permitidos de contaminantes y elementos nocivos.
Alimentación: Busca implementar estrategias de diseño y políticas que informen a las personas sobre opciones de alimentación adecuada y nutrición. En caso de que se ofrezca un suministro diario de comida, se asegura que esta sea saludable y cumpla con los estándares de la certificación.
Movimiento: Promueve políticas y estrategias que eviten el sedentarismo, ofreciendo opciones que fomenten la actividad física de los usuarios.
Confort térmico: Se propone reducir las fuentes más comunes de incomodidad fisiológica, previniendo el estrés y mejorando la productividad y el bienestar de las personas.
Materiales: Promueve el análisis, la identificación y la gestión de elementos nocivos tanto en los materiales de construcción como en los productos de limpieza y mantenimiento, vinculado a una adecuada gestión de residuos.
Sonido: Busca mitigar, a través del diseño del edificio y de elementos activos y pasivos, cualquier fuente de sonido no deseada, tanto interior como exterior. Se abordan soluciones constructivas para lograr un adecuado aislamiento acústico que proporcione confort en los espacios.
Iluminación: Su objetivo es ofrecer un nivel adecuado de iluminación, ya sea artificial o natural, minimizando el impacto en el sistema circadiano del cuerpo humano.
Mente: Promueve políticas en los lugares de trabajo que ayuden a reducir los niveles de estrés y mejoren el bienestar psicológico y social de los empleados.
Comunidad: Busca establecer una comunidad inclusiva, integrada a través de conceptos como equidad social, conciencia cívica, accesibilidad en el diseño y no discriminación.
Conclusión
La certificación WELL Building Standard representa un avance significativo en la construcción sustentable, enfocándose en el bienestar integral de los ocupantes. Al abordar aspectos como la calidad del aire, agua, alimentación, movimiento, confort térmico, materiales, sonido, iluminación, mente y comunidad, WELL establece un marco integral para mejorar la salud y el bienestar en los entornos construidos. La implementación de esta certificación no solo beneficia a los usuarios, sino que también contribuye a la sostenibilidad y eficiencia de los edificios, creando espacios más saludables y productivos.
Taller Hibrido tiene amplia experiencia en el acompañamiento para la obtención de la certificación WELL, y su equipo está capacitado para brindar apoyo desde la etapa de pre-diseño hasta la ocupación del edificio, lo que permite alcanzar las metas de edificación sustentable. En la segunda parte de este artículo, se abordará la Certificación WELL Health-Safety Rating y sus diferencias con la certificación WELL Standard.
Bibliografía
Culmia. (2024, 27 de febrero). Principales directrices OMS sobre vivienda y salud. https://www.culmia.com/blog/principales-directrices-oms-sobre-vivienda-salud