ARQUITECTURA VERNÁCULA Y CONFORT TÉRMICO EN LA RIVIERA MAYA

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ARQUITECTURA VERNÁCULA Y CONFORT TÉRMICO EN LA RIVIERA MAYA

André Bernath Gamez
Tabla de Contenido

    El auge del turismo y la demanda inmobiliaria

    A partir del proyecto mercadotécnico que estableció el concepto de "paraíso caribeño ancestral", reestructurando la propuesta turística de la Riviera Maya en 1997, se detonó una explosión de inversiones en el sector inmobiliario de la región. El principal atractivo de esta zona del Caribe mexicano es la posibilidad de habitar o experimentar un entorno selvático, cálido y húmedo, en el que los visitantes se rodean de naturaleza. Sin embargo, uno de los principales desafíos para los proveedores de servicios es garantizar el confort de sus clientes. Para lograrlo, el recurso más "práctico" utilizado es el aire acondicionado, el cual permite equilibrar el disconfort higrotérmico del exterior y ofrecer una sensación de bienestar en los interiores.

    El impacto del aire acondicionado en el consumo energético

    Según un reporte técnico de la International Energy Agency de 2018, el uso -o abuso- del aire acondicionado es responsable de aproximadamente el 10% del consumo total de energía en el mundo y representa una quinta parte de la energía que utilizan los edificios. En la actualidad, muchos de los nuevos desarrollos en la Riviera Maya buscan cumplir con estándares internacionales para optimizar el uso de recursos durante la construcción. No obstante, con frecuencia se ignoran las condiciones climáticas de la región, lo que resulta en viviendas que permanecen calientes durante la mayor parte del día y la noche.

    Lecciones de la arquitectura tradicional

    Una mirada a la arquitectura vernácula y tradicional revela soluciones de diseño eficientes para el clima tropical. Los techos altos, los muros gruesos de adobe y piedra, los portales techados y los ventanales altos con persianas son características recurrentes en estas construcciones.

    ¿Por qué funcionaban estas soluciones arquitectónicas?

    Los primeros habitantes de la región aprendieron, mediante prueba y error, que las viviendas con muros gruesos se mantenían más frescas que aquellas con muros delgados, y que los techos elevados separados de los muros permitían la circulación del aire, favoreciendo la renovación del aire caliente del interior.

    En la arquitectura tradicional se encuentran casas con techos de entre 4 y 5 metros de altura. Al ingresar a ellas, se experimenta una notable reducción de la temperatura en comparación con el exterior. Las casas coloniales de Mérida, por ejemplo, se organizan alrededor de un patio interior y cuentan con portales que separan el patio de las habitaciones. Las fachadas exteriores suelen ser casi ciegas, con una o dos ventanas por habitación, de configuración estrecha y alargada. La orientación de la vivienda reduce la exposición solar directa, generando sombra en tres de las cuatro caras interiores. Además, estos patios suelen estar sembrados con vegetación frondosa o contar con un aljibe para la recolección de agua de lluvia, lo que ayuda a enfriar el aire y mejorar la calidad ambiental en el interior.

    Cinco elementos clave del diseño bioclimático

    1. Techos altos

    Permiten que el aire caliente se eleve y se evacúe por las ventanas, dejando espacio para aire más fresco a nivel del suelo.

    2. Ventanas altas

    Trabajan en conjunto con los techos altos para facilitar la ventilación. Su diseño alargado permite instalar varias en una misma fachada, facilitando la ventilación cruzada.

    3. Persianas regulables

    Funcionan como protección solar, permitiendo regular la entrada de luz y aire.

    4. Balcones y portales

    En la Riviera Maya, la radiación solar es más intensa entre las 12:00 y las 16:00 horas, afectando principalmente las fachadas sur y oeste. Los balcones y portales son elementos clave para la protección sola.

    Arquitectura vernácula, la clave para un desarrollo sostenible en la Riviera Maya

    El crecimiento turístico e inmobiliario en la Riviera Maya ha impulsado el uso intensivo del aire acondicionado como solución rápida al disconfort térmico, generando un alto impacto energético. Sin embargo, la arquitectura tradicional ofrece alternativas sostenibles y adaptadas al clima local, como techos altos, ventilación cruzada y muros gruesos, que mejoran el confort sin depender de sistemas artificiales. Recuperar estos principios bioclimáticos es clave para construir viviendas más eficientes, respetuosas con el entorno y alineadas con las condiciones naturales de la región.